12 de agosto de 2009

"the non-love story". (la historia de no-amor) -Capítulo 3: El idiota llamado Santiago.

Hay otra cosa que deben saber sobre Rebeca. Ella es una chica de buena familia, educada en colegios privados, políglota (de hecho la conocí aprendiendo francés), de gustos refinados, entre otros "lujos" o "bendiciones", de los que ha tenido la oportunidad de gozar.

El tema con todo aquello es que al pasar prácticamente toda su vida en instituciones privadas, Rebeca tiene un círculo social con ciertas ideologías de vida que no todos solemos compartir, al menos no en su totalidad.

Ideologías como por ejemplo "vivir al norte es mejor que vivir al sur" o "solo viajo en auto o taxi, no en colectivo", entre otras, que dentro de un círculo social son más que bien aceptadas, sino que hasta pueden considerarse como "reglas" de vida.

Pero el punto no es desarrollar un análisis socio-cultural de Rebeca y sus amistades, ni mucho menos criticar su estilo de vida. El punto viene cuando Rebeca conoce a un chico, ¿o debería decir un hombre?, del sur de la ciudad llamado Santiago.

Santiago no es un chico cualquiera. Él es bien conocido por uno de los grupos de amigas de Rebeca (las amigas del trabajo), pero que lo conozcan, no quiere decir que lo respeten. Santiago tiene la fama de ser como un "picaflor", nunca se enamora, ama el sexo casual, si alguna mujer lo "engancha" ni se preocupa por ser fiel, él solo va de una en una esparciendo su "amor"...

No vamos a decir que aquello sea bueno o malo, solo digamos que esas "cualidades" no son bien vistas ante mucha gente, en especial ante los ojos de Rebeca y sus amigas del trabajo.

Pero ante los ojos de Rebeca las cosas son distintas, ni bien ella conoce a Santiago pasa algo en ella: la atracción es inevitable y no hay nada que pueda apartar sus ojos del irresistible cuerpo de aquel chico-hombre.

Por cierto, aquello de "chico-hombre" es porque si bien Santiago podría ser considerado como un hombre de 30 años, es más considerado como un chico, gracias a su inmadurez mental, incapacidad de mantener un compromiso, comportamiento que muchas veces raya en lo infantil, etc.

Entonces podríamos definir a Santiago como todo aquello que es despreciado por gran parte del círculo social de Rebeca, es como el anticristo para los católicos o como el Guasón para Batman.

Pero, ¿qué pasa cuando las hormonas y el cuerpo de una joven como Rebeca reaccionan indescriptiblemente ante la presencia de alguien como Santiago?

Y bueno, pasa lo inevitable, Rebeca se deja seducir por Santiago, quien por cierto no es muy sutil ni tiene la más minima idea de cómo tratar a una mujer, a pesar de su experiencia sexual.

Es así como Rebeca sin saber qué hacer, acude a una de sus amigas que no tiene nada que ver con su círculo social más frecuente (yo), comenta su situación y trata de hallar una solución a su dilema.

Evidentemente, yo que trato de no darle bola a eso del "qué dirán" y tengo ideologías distintas a las del grupo social de Rebeca, tiendo a ser lo más sincera y analítica que pueda ser en este tipo de situaciones en las que una amistad acude a mi en busca de consejo o ayuda. De manera que Rebeca se lleva de aquella ayuda una nueva perspectiva que plantearemos en una interrogante: "¿Y qué pasa si lo intento, si hago cosas con él, pero no me involucro sentimentalmente, tal como él lo hace con todas las mujeres con las que anda?".

Rebeca, ahora con 24 años, está más que determinada a alcanzar su meta y ya sabe con quién hacerlo.

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